Más de 65 años en el mundo de la actuación contemplan a sir Michael Caine, uno de los actores británicos más respetados y queridos de su generación. Quien fue el ligón Alfie en los años sesenta, pero también el mayordomo Alfred en la saga de Batman o el doctor Wilbur Larch de Las normas de la casa de la sidra acumula en su haber más de 170 títulos cinematográficos que le han dejado multitud de vivencias, ganancias y recuerdos, y no solo sentimentales, sino también materiales. Cosas, al fin y al cabo, que han ido llenando su vida y sus hogares a lo largo de los años y de las que ahora ha decidido desprenderse.
Así es: Caine lo vende todo. Si no todo, mucho: decenas de objetos que le han pertenecido a lo largo de las décadas y que ha decidido subastar a través de la casa británica Bonhams. El 2 de marzo, en Londres, tendrá lugar la venta, donde habrá objetos cuyo precio variará de los 600 hasta los 60.000 euros, aproximadamente.
“Va a resultar bastante doloroso separarme de partes tan queridas de mi vida y de mi carrera, pero ha llegado el momento de avanzar. Espero que estos recuerdos les den a sus nuevos propietarios tantas alegrías como me han dado a mí”, ha explicado Caine a la propia casa Bonhams. Se desconoce si el actor quiere sacar esos objetos de su vida pensando en los aficionados al cine, por falta de espacio o por necesidad monetaria, aunque no parece ese el caso, puesto que algunos medios británicos le estiman una fortuna de alrededor de 65 o 70 millones de euros. Caine también puso a la venta hace dos años Keston Lodge, su mansión de Leatherhead (en Surrey, Inglaterra) con piscina y sala de cine por 4,5 millones de euros y, según aventura la CNN, la venta de esa casa hace que también quiera despejar algunos de los objetos que estaban en ella.
Con los años, Caine se ha convertido en una especie de coleccionista de arte. Aunque él mismo refrenda esa teoría, como le ha dicho al diario The Times con su humor británico: “Nunca coleccioné arte como un gran marchante, solo que las cosas se volvieron muy caras accidentalmente”. De ahí que el arte sea precisamente una de las bazas fuertes de la venta. Una de las piezas principales, cuyo precio se estima que estará entre 36.000 y 60.000 euros, es el cuadro de Marc Chagall Les Amoureux dans l’arbre. Además, también hay una obra a pastel del artista británico L. S. Lowry (1887-1976) llamado Peel Park, pintado en 1920 y cuyo precio estimado es de entre 14.400 y 21.600 euros, así como un retrato del propio Caine firmado por John Bratby en 1977 y cuyo precio será de entre 2.400 y 3.600 euros.
Además de arte, también hay objetos personales de Caine, como dos pares de gafas que saldrán a la venta juntas, o su propio reloj, un Rolex de muñeca que la casa de subastas calcula que se venderá por entre 9.600 y 14.400 euros. También se podrá comprar una silla de director con su nombre grabado (1000-1.500 euros), una colección de autógrafos de la ceremonia de los Tony de 1970, entre ellos el del propio Caine, pero también el de Julie Andrews, Barbra Streisand, James Stewart, Mia Farrow y Maggie Smith (1.200-1.800 euros) o pósters de películas como Zulú, de 1964 (1.800-2.400 euros) y de Alfie, por la que estuvo nominado al Oscar, al Bafta y al Globo de Oro (600-960 euros).
El director de la casa de subastas, Charlie Thomas, he reconocido en la web de la misma que la venta “creará un gran interés entre coleccionistas y aficionados al cine”, y en declaraciones a la CNN ha asegurado que esta es una de las subastas más personales que Bonhams ha acogido nunca. “Sir Michael Caine tiene un atractivo que va más allá de la edad o la nacionalidad, sus películas son parte de la historia del siglo XX y quienes estén entre los afortunados pujadores se harán con un pedazo de esa historia, con un objeto de procedencia sin igual”, afirma Thomas, que también defiende que han sido coleccionados por Caine a lo largo de décadas, puesto que el actor “siempre ha ido comprando las cosas que amaba, como principal razón, y eso hace la colección increíblemente especial”.
A sus 88 años, Caine sigue en activo y el pasado octubre confirmó que retirarse está muy lejos de sus intenciones. En una entrevista en la BBC dio a entender que así sería, que apenas había papeles para un hombre de su edad y que ahora, con un par de novelas publicadas, se centraba más en su faceta de escritor; además, algunos problemas de salud, sobre todo unos dolores en las piernas, le impedían moverse con facilidad. Sin embargo, sus representantes quisieron aclarar que nada de eso significaba que Caine no iba a volver a actuar e incluso él mismo tuiteó: “No me he retirado y eso es algo que no todo el mundo sabe”. De hecho, ya tiene una película rodada, otra a punto de comenzar y otra, la tercera parte de Ahora me ves, anunciada.
Desde 1973 el actor comparte su vida con Shakira Baksh, su segunda esposa, de origen guyanés-británico y con quien tiene una hija, Natasha. “Conocer a Shakira me salvó”, contó hace seis años en una entrevista donde daba cuenta de los problemas que había tenido con el alcohol. “Ella me tranquiliza, le cuento todo. Ya era famoso cuando la conocí, pero no podría haber llegado hasta aquí sin ella”, relató. Además, el hecho de tener tres nietos y querer verles crecer le apartó definitivamente de la bebida, como explicó hace unos meses. “Son mi fuente de juventud y me han dado una nueva oportunidad de vida sin ninguna de las preocupaciones o problemas. Estoy completamente enamorado de ellos y mi esposa también”.
Por María Porcelana Estepa
Fuente: El País