Se encienden las luces, se abre el telón y desde Montevideo llega Agarrate Catalina, la murga ganadora del carnaval del 2020, con todo su color, humor, emoción, pasión y compromiso con las realidades. El espectáculo “Amor y Odio” nunca había podido salir de Uruguay debido a la pandemia del coronavirus, pero un año y medio después comienza la gira de este grupo que tiene una especial conexión con Rosario. Es por ello que este sábado en el Hipódromo de la ciudad, el escenario se transforma en esos míticos tablados orientales. “Amor y Odio fue el último espectáculo ganador del carnaval y también es el que nos quedamos con todas las ganas de mostrar en las giras”, le confió a CLG Yamandú Cardozo, fundador y referente de “La Cata”.
El 2021 tuvo la particularidad para los uruguayos que fue el primer carnaval que no se pudo realizar, ni en los 12 años de la dictadura en Uruguay el telón quedó cerrado y los grupos callados. En este contexto, el show del 2020 toma real importancia:“Obviamente con todo lo que pasó en el medio la presentación mutó y se fue acondicionando al tiempo actual, sin embargo sigue manteniendo su estructura y lógica original”.
Volver a salir de Uruguay es un acontecimiento que a dos años se disfruta el doble para La Catalina, sin dudas, afirman sus integrantes, fue el mayor tiempo sin girar ni visitar los más de 23 países donde se presentaron. Justamente sobre este tema fueron las charlas entre Yamandú y Victoria Gómez, una de las mujeres de la murga y “compañera” del entrevistado, la “emoción” que se desprendió por volver a preparar las valijas fue única. “Ahora tenemos que reaprender a girar, enfrentarnos a otras situaciones como la nueva normativa con hisopados, responsabilidad y formas de viajar, pero estamos muy felices”.
El espectáculo que llega a Rosario este sábado tiene varios momentos y menciones a la cultura política y social de Uruguay, como chistes sobre el presidente Luis Lacalle Pou o Guido Manini (un político conservador uruguayo) y el objetivo de Agarrate Catalina es poder llevar “desde la más profunda honestidad y vocación comunicativa” canciones y recitados que el público pueda disfrutar a pleno. En ese sentido, Yamandú entendió que en Argentina, “y particularmente Rosario”, ya existe un cimiento porque “nos reímos de lo mismo, tenemos el análisis y los ojos entrenados en la caricatura, en la ironía y en el humor un poco corrosivo”.
“La distancia entre Montevideo y Rosario es mucho más cercana que lo que pueden mostrar la medición de kilómetros, ya que tiene que ver con un montón de cosas que hemos leído, cantado, vivido, experimentado juntos, todo ese territorio afectivo y cultural en común hace que lo único que falte ante el evento milagroso del humor es el contexto”, expresó el murguista.
Para aplicar y adaptar el show, La Catalina tiene tres caminos. El primero es contextualizar como ya lo hicieron en su primer presentación en tierras argentinas en 2006, pueden crear un bloque llamado “diccionario”. “Allí contextualizamos hechos y/o personajes con una intención humorística al principio del espectáculo”, contempló Cardozo. Esta modalidad funciona como motivador de risas y permite entender los bloques de la Murga. “Además cumple con una posibilidad que te da el arte popular de la murga que es contarnos como sociedad, porque en ese acto a través de las expresiones populares, nos hace conocernos más y eso hace que tengamos más chances de querernos y que nuestro vínculo sea más fuerte”, remarcó en diálogo con CLG.
“Siempre sostengo -continuó el uruguayo- esto cuando charlo con gente de Rosario, porque quiero a la ciudad por un montón de cosas, pero sin dudas es por el “Negro” Fontanarrosa. Él es uno de mis primeros acercamientos afectivos a la ciudad, yo quería conocer la tierra de ese hombre que escribía caricaturas que parecían ser sobre mí”.
De todas formas, y como segunda opción, entendió que salir de Uruguay permite modificar “algunos uruguayismos” y que ese trabajo también mejorará “Amor y Odio”. “Si se pueden hacer las dos juntas, está buenísimo, no obstante para la segunda se necesita más ensayo colectivo”, agregó Yamandú como tercera posibilidad, pero rápidamente aclaró: “Esto no implica un cansancio o fastidio, ni se va a desdibujar el espectáculo. Te da la chance de mejorarlo y cuando podemos contextualizar y ves que sucede, la gente agradece el esfuerzo y eso es un verdadero milagro”.
Cuando La Catalina se sube a las tablas, sea donde sea la presentación, el show termina cantando y bailando entre el público. Ese maravilloso momento, en donde los fans pueden estar a la altura de los murguistas, lleva a increíbles conexiones y devoluciones de primera mano. Pero por protocolos pandémicos no va a poder suceder en esta presentación en Rosario. “Eso nos va a faltar y lo vamos a extrañar un montón”, se lamentó el uruguayo y explicó el gran ritual que trasciende a todas las murgas montevideanas: “En este simple acto para mí se grafica el lugar que cumple la murga en el pueblo”.
“La murga es gente cantando, nace de la gente y va a morirse en la gente, conceptualmente y realmente con su cuerpo. La murga no termina la función en el camarín o saliendo por la puerta de atrás del teatro, todo termina con la murga mezclada entre la gente. Entonces nos va a costar un montón y eso no se va a poder por recomendaciones sanitarias. Es lo que tenemos que resignar para volver a estar arriba del escenario, lo vamos a extrañar muchísimo”, dijo a corazón abierto uno de los tres Cardozo de la murga, que junto a su hermano Tabaré y Martín son referentes de la movida carnavalesca de Uruguay.
Durante más de 20 meses, la murga se presentó con intermitencias pero siembre bajo la espada de Damocles, seguidos de cerca por ese peligro inminente que podía ser un rebrote de covid en Uruguay o donde se fueran a presentar. Esto impedía que surjan muchas nuevas canciones y recitados porque, explicó Cardozo, “todo, desde lo bueno, lo malo y lo muy malo, con la alegría, la rabia o la tristeza se vuelve insumo” y “ante la situación tal que fue mundial, los encares originales, sorpresivos, graciosos e ingeniosos para el tema en cuestión se vuelve súper difícil, porque hay 700 millones de resoluciones y memes infinitos y muchas cosas que ya se hicieron”.
En Uruguay están todos los pasos dados para anunciar el regreso del Carnaval en 2022, pero arremetió al decir con ironía “si mañana aparecen tres casos en un barrio de Montevideo, está el miedo de que tiemblen los tablados”. Ante esta postura fue muy crítico con resoluciones gubernamentales que dejaban de lado al arte y permitían aperturas de actividades religiosas o económicas como casinos o grandes concentraciones en shoppings o bien “viajar en colectivo dos horas para ir a laburar y otras dos horas para volver junto con 50 personas, pero las murgas no podíamos cantar en un teatro con todas las precauciones”.
Respecto al carnaval más largo del mundo que llega en 2022, Agarrate Catalina confirmó su presencia para defender el título. “No tenemos nada definido, ni nombre ni que tratamiento final le vamos a dar, pero sí que hay un montón de cosas para contar y compartir”, cerró el murguista uruguayo.