Salud y bienestar

Cómo controlar el azúcar alto

Tener niveles elevados y continuados de glucosa en sangre están muy ligados a alteraciones de salud graves: puede afectar al corazón, los riñones, la memoria, los dientes, la vista…

Si los niveles de azúcar están por encima de 100 mg por dl de sangre en ayunas ya deberían saltar las señales de alarma. Para evitar esta acción devastadora de la glucosa alta en el organismo, lo mejor es hacer cambios de hábitos para prevenir esta enfermedad. Recomendaciones.

Revisar la alimentación:

Lo ideal es seguir la dieta mediterránea.

Reducir los alimentos ultraprocesados: precocinados, snacks, gaseosas… Como norma, intentar comer lo más natural posible.

Consumir hidratos de carbono saludables: Son los cereales integrales, las legumbres, las hortalizas…

Preferir el pan integral: Incluir vegetales en cada comida. Puede ser una ensalada, un plato de verdura o la guarnición. En cuanto a la fruta, tomar dos piezas de postre, nunca solas.

Evitar comer de forma desordenada porque aumenta los picos de azúcar en sangre lo que favorece la diabetes tipo 2.

Hacer 5 comidas al día, en lo posible a la misma hora cada día. Desayuno, almuerzo y cena, y dos colaciones (a media mañana y media tarde) para que no pasen más de 3 horas entre cada ingesta.

El desayuno fuerte, y la cena ligera. A medida que avanza el día, el cuerpo se enlentece y las porciones deben disminuir.

Comer hasta las 20 horas como mucho. Ese «ayuno» entre la cena y el desayuno del día siguiente ayuda al páncreas a repararse correctamente.

Los probióticos:

Se ha demostrado que una flora intestinal desequilibrada altera el control de la glucosa. Por lo tanto, para mantener su salud tener en cuenta lo siguiente:

Tomar a diario una porción de probiótico. Puede ser un yogur natural, un vaso de kéfir, 5 o 6 aceitunas o una chucrut.

Aumentar también la ingesta de prebióticos. Se encuentran en la fibra de verduras como el alcaucil, el espárrago, el puerro y la cebolla.

Actividad física: Esencial

Junto con la dieta, es el otro gran pilar para normalizar los niveles de azúcar y evitar la diabetes 2.

Si hace mucho tiempo que estás sin hacer actividad física, empezar caminando 10 minutos al día a paso ligero e ir aumentando poco a poco el tiempo y el ritmo de la caminata.

El objetivo es hacer 40 minutos de ejercicio aeróbico 4 días a la semana. Acompañarlo de ejercicio de resistencia al menos dos días a la semana.

Moverse cada media hora, aunque sean un par de minutos. El objetivo es romper el círculo vicioso del sedentarismo, que favorece la obesidad abdominal y altera el azúcar.

Fuente: www.mía.perfil.com