Esta física experimental de origen chino se trasladó a Estados Unidos para hacer el doctorado. Allí, su ya sobresaliente carrera despegó. Como investigadora de la Universidad de Columbia llevó a cabo uno de los experimentos más célebres de la física, el Experimento de Wu, por el que los colegas que trabajaban con ella recibieron el premio Nobel.
Ella lo reconocería mucho tiempo después: si no hubiese sido por el apoyo incondicional de su padre, quien parecía que creía más en su potencial que ella misma, Chien-Shiung Wu nunca se hubiera convertido en una de las físicas más importantes del siglo XX. Una de sus mayores aportaciones la descubrió gracias al Experimento Wu, mediante el cual demostró la no conservación de la paridad en las interacciones electromagnéticas.
Wu nació el 31 de mayo de 1912, afortunadamente en una familia cuyo padre tenía una firme convicción: la educación era fundamental para el progreso de cualquier persona independientemente de su sexo. Por ello había fundado una escuela para niñas a la que asistió su propia hija, donde recibió su primera formación elemental. De allí partió hacia los 10 años para ser internada en un centro femenino situado en la cercana ciudad de Suzhou. Chien-Shiung Wu tuvo aquí sus primeros contactos con materias como la física, la química y las matemáticas gracias a los libros y materiales que intercambiaba con sus compañeras fuera de los horarios lectivos.
La formación y las investigaciones que llevó a cabo Chien-Shiung Wu a lo largo de su carrera profesional hicieron que fuera considerada una de las físicas experimentales más importantes del siglo XX. Sobre estas líneas, en una imagen en la Universidad de Columbia en 1963.
UNA ALUMNA BRILLANTE
Terminó la educación secundaria como una de las mejores alumnas de su generación, por lo que su candidatura para acceder a la selecta Universidad de Nankín fue aprobada. De nuevo, el apoyo de su padre fue vital. Wu experimentó dudas puesto que pocas mujeres accedían a esta universidad y los estudios de física eran muy exigentes, pero su padre la animó y finalmente se trasladó a Nankín en 1930.
En la universidad destacó por su inteligencia, se convirtió en un referente para sus compañeros y lideró protestas estudiantiles
La etapa universitaria de Wu fue muy completa tanto a nivel formativo como personal. Pronto destacó como una de las estudiantes más brillantes del centro, lo cual la convirtió en un referente para sus compañeros que la eligieron como representante estudiantil en una época de grandes tensiones políticas. El foco de la inestabilidad estaba en las relaciones entre China y Japón. Chien-Shiung Wu estuvo en primera línea y lideró varias protestas tras la invasión del país nipón en 1931.
Nunca descuidó sus estudios y en 1934 se graduó con honores. Decidió ampliar sus estudios de física y comenzó a trabajar como investigadora bajo la supervisión de la profesora Jing-Wei Gu, quien había hecho un doctorado en Estados Unidos y la animó a seguir su mismo camino. El verano de 1936, Wu y una compañera desembarcaban en California; Berkeley fue el centro escogido para continuar con su carrera científica. Allí conoció a Luke Chia-Liu Yuan, el encargado de introducirla en el círculo profesional que frecuentaría de ahí en adelante y su futuro marido. Trabajar en los laboratorios de la universidad californiana le permitió desarrollar sus investigaciones bajo la dirección de Ernest Lawrence, premio Nobel de Física en 1939, y en estrecha colaboración con Emilio Segrè.
La cantidad y calidad de los contactos con los que se codeaba contribuyeron a impulsar su trabajo, que ya de por sí tenía una sólida base gracias a la autoexigencia con la que se evaluaba a sí misma constantemente. La estricta disciplina que se imponía la convirtió en una detectora infalible de cualquier error en sus experimentos, mediante los que trataba de demostrar modelos teóricos con fenómenos todavía no observados. Hizo grandes progresos en el campo de la radioactividad. Especialmente en los ámbitos de la radiación de frenado y la radiación electromagnética, así como en sus investigaciones alrededor de la fisión nuclear del uranio, las dos líneas fundamentales de su tesis doctoral. Se doctoró en 1940.
Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial y habiendo sorteado como podía los prejuicios contra las mujeres y los asiáticos que imperaban en esa época en Estados Unidos, Wu se unió al Proyecto Manhattan en 1944, cuyo objetivo era el desarrollo de armas nucleares. Allí hizo contribuciones esenciales, como descubrir el motivo por el que una reacción del xenón 135 envenenaba uno de los reactores.
EL EXPERIMENTO DE WU
Sin embargo, el motivo por el que es más recordada esta física de origen chino es por el llamado Experimento de Wu, llevado a cabo en 1956 cuando ya se había convertido en una ciudadana estadounidense y trabajaba como profesora asociada en la Universidad de Columbia.
Los físicos teóricos Tsung-Dao Lee y Chen-Ning Yang estaban revisando las investigaciones publicadas hasta entonces sobre la cuestión de la conservación de la paridad en las interacciones electromagnéticas, la conservación-P. Ambos acudieron a Chien-Shieng Wu por su reputada trayectoria para exponerle sus especulaciones. Wu diseñó y llevó a cabo el experimento que demostró lo que los teóricos sospechaban, que la teoría de la conservación-P aceptada hasta el momento no era cierta, que no quedaba probada, lo que suponía que la violación de la paridad quedaba establecida.
Gracias al experimento de Wu quedó probada la violación del principio de conservación-P, aceptado por la comunidad científica hasta entonces
Tsung-Dao Lee y Chen-Ning Yang recibieron el premio Nobel de Física en 1957 por los resultados obtenidos gracias al experimento de Wu. Un reconocimiento que ella nunca recibió a pesar de su aportación esencial en el proceso.
La Dama del Dragón, como la apodaron sus alumnos, o la Marie Curie china, como la llamaron algunos de sus colegas, terminó su carrera profesional en la Universidad de Columbia, donde se convirtió primero en profesora asociada y pocos años después en titular y catedrática. Murió el 16 de febrero de 1997 en Nueva York.
Por Guiomar Huguet Pané
Fuente: www.historia.nationalgeographic.com.es