Enfermeras de la Unidad de Quemados del Hospital Juan Garrahan maquillan a niños u niñas con quemaduras graves, que superan el 50 por ciento de su cuerpo, como una forma de estimular su recuperación, informó ese centro pediátrico porteño
Se trata de niños que atraviesan largos procesos de recuperación y «lo que empezó como un juego, la panemia permitió que se transforme en una herramienta de gran impacto terapéutico», detalló un comunicado del hospital.
La iniciativa «se puso en práctica de forma sistemática ya que al haber menos ingresos de pacientes las enfemeras pudieron dedicar más tiempo a esta herramienta terapéutica que estimula a los niños en el proceso de recuperación de las quemaduras.
“El maquillaje es un intermediario. Facilitó la comunicación, no solo con los niños sino también con los padres, los chicos se pueden expresar mejor y tienen confianza con uno y así es más fácil hacer estos procedimientos que son dolorosos”, explicó Sandra Baspineiro, licenciada en Enfermería, con 15 años de trabajo en el hospital.
Desde la Unidad de Quemados del Garrahan destacan el trabajo en equipo que implica esta novedosa experiencia, ya que para que uno pueda pintar otros deben hacer el resto del trabajo.
“Esa hora o dos que le dedicas al maquillaje, requiere que otros compañeros atiendan al resto de los pacientes. Para eso necesitamos la colaboración de todo el equipo: médicos, cirujanos y, especialmente, de las enfermeras”, dijo Baspineiro.
La Unidad de Quemados del Hospital Garrahan cuenta con 6 camas de terapia intensiva y 8 de terapia intermedia, y recibe niños y niñas de todo el país con más del 50 por ciento de la superficie corporal quemada,
“Esto comenzó hace tres años, ahora con más entusiasmo y apoyo. Una vez que salen de la terapia la recuperación es muy difícil y dolorosa. Tenemos que curar su cuerpo, la mente y el corazón. Lo que hizo este grupo de enfermeras de la Unidad de Quemados es pintar por una sonrisa”, aseguró Yisela Mendoza, jefa de Enfermería del sector.
La iniciativa comenzó «pintando un día en el cumpleaños de uno, la máscara de Spiderman y a las nenas cosas que les gustaban con una gema en la carita y vos veías, ya no esos rostros tristes de haber perdido a un ser querido en un incendio. Entonces, lo que podemos hacer desde la Unidad es sacarles una sonrisa”, dijo Mendoza.
El Hospital indicó que en Argentina,» todos los días una niña o niño sufre quemaduras moderadas o de gravedad» y el 95% de ellas se producen en el hogar, un lugar donde con medidas adecuadas pueden reducirse y prevenirse.
«Es esencial trabajar en la prevención de estas lesiones, enseñando a la familia y los niños cuáles son los riesgos en estos ambientes, ya que el desconocimiento, la imprudencia y la negligencia es frecuente en este aspecto”, explicó Mabel Villasboas, jefa de la Unidad de Quemados del Garrahan.
El fuego es la principal causa de los grandes quemados pero «el 75% de las quemaduras en niños pequeños se deben a líquidos calientes, como bebidas, agua del grifo o vapor, y esta es la causa más frecuente de internación en niñas y niños», explicó el hospital.
En la recuperación intervienen cirujanos, pediatras intensivistas, enfermeras, psicólogas y trabajadoras sociales. Se trata de tratamientos fundamentalmente clínico-quirúrgicos, que pueden llevar hasta 10 ingresos al quirófano y durar meses y hasta más de un año.
En ese sentido, Villasboas destacó “la importancia fundamental de la intervención de Enfermería, con la incorporación del maquillaje en la etapa de rehabilitación de las cicatrices”.
Y agregó que “ayuda a la superación en el proceso de adaptación y aceptación a su nuevo aspecto corporal, y facilita la pérdida del miedo a mostrarse y así emprender su más rápida reinserción al ámbito social con sus pares”