Esta apasionante historia transcurre en Londres en el año 1665, durante una epidemia de peste y relata la vida de una joven mujer, llamada Susannah que pasa sus días en el negocio de su padre, un boticario, que ha quedado viudo. Acostumbrada a ayudarlo desde pequeña de a poco se va convirtiendo en una experta en el arte de remedios naturales. Su mundo está impregnado de diferentes perfumes. El aroma a lavanda, la trementina, el regaliz y la esencia de romero forman parte de sus días. Respirar todo eso la hace sentir en un mundo que no quiere abandonar, pero su padre se vuelve a casar con una mujer más joven que tienen a su vez tres hijos y ella siente que su mundo se termina, que todo lo que le brindaba seguridad se derrumba. En ese momento cuando llega a su vida una propuesta de matrimonio de parte de un amigo familiar, Henry Savage.
Se desarrolla en ese momento un gran brote de peste bubónica y descubre que el hombre con el que se casó es una persona distinta a la que ella esperaba. De esta forma con decisión y coraje debe ponerse a luchar para salvarse de la tragedia social que se vive en su entorno y a la vez para sobrellevar su tragedia personal. La maternidad y el miedo al parto ocupan un lugar dentro de la historia y la protagonista deberá buscar su lugar en el mundo en un ambiente que de pronto se torna complicado.
Sobre la autora
Charlotte Betts es madre de cinco hijos y descubrió su pasión por escribir cuando éstos ya habían crecido. Es diseñadora de hoteles y como este trabajo le demanda mucho tiempo tuvo que buscar los momentos para escribir y logró finalizar siete novelas en ocho años. También escribió durante dos años una columna de diseños de interiores. En uno de los reportajes que le realizaron a raíz del éxito de este libro dice: “Hace quince años que empecé a escribir, pero “La hija del boticario” es la primera novela que me publicaron. Las seis primeras que escribí estaban ambientadas en la actualidad, y después escribí una historia de amor situada en la Segunda Guerra Mundial. Aunque yo no la consideraba “histórica”; para mí era, sencillamente, la época de juventud de mis padres. Pero me fascinó tanto la documentación que hice sobre la época que decidí que mi siguiente novela sí que sería histórica en el sentido estricto de la palabra, y que me remontaría aún más atrás en el tiempo. Es entonces que leí el diario de Pepys y me decanté por el Londres del siglo XVII. La lectura del manual de Culpeper fue lo que me inspiró a hacer de mi protagonista una boticaria”. Más adelante expresa: “Empecé a escribir como diversión, sin imaginar que ninguna de mis novelas llegaría a publicarse. Es un honor inmenso que a lectores de todo el mundo les guste lo que escribo, ¡y no deja de maravillarme y encantarme cuando recibo mensajes de mis fans! Ahora mismo estoy trabajando en mi quinta novela histórica”.