Barrio San Francisquito

Realizan colecta para mejorar viviendas de mujeres víctimas de violencia de género

Por Diego Carballido

«La idea es juntar materiales para la construcción para trabajar principalmente en las casas de mujeres del barrio, donde podamos hacer refacciones en techos, paredes, mejoras en el sistema eléctrico y de gas”, detalló Soledad Nace, integrante de la Casa Popular La Herminia, en diálogo con CLG“Priorizamos los casos de mujeres con hijos e hijas que hayan sufrido alguna situación de violencia de género. Esa es como nuestra prioridad en este momento”, agregó Nace.

La Herminia es una casa popular pensada como un centro de capacitación y sostenimiento barrial donde se afrontan las diferentes problemáticas que emergen en las zonas vulnerables de la ciudad, y en el caso puntual del barrio San Francisquito decidieron emprender una colecta de materiales para la construcción que serán destinados a la mejora de las viviendas de aquellas mujeres cuya situación de violencia las obligó a abandonar su domicilio y buscar refugio en otro espacio dentro del mismo barrio.

“Hace ya seis años que estamos en el barrio, donde trabajamos mucho junto con el centro de salud y tenemos permanente contacto con el Centro de Convivencia Barrial”, contó Nace y agregó: “Actualmente, trabajamos con unas cuarenta mujeres del barrio San Francisquito donde la prioridad es la formación en algún tipo de emprendimiento y donde realizamos desde huertas, viveros, talleres de costuras, electricidad y hasta de restauración de muebles. Además, en La Herminia ya funciona desde hace un año una cooperativa de panificación y la idea es que todas puedan producir para luego salir a vender”.

De las integrantes de los talleres, “más de la mitad” han sufrido durante la pandemia algún tipo de situación relacionada con violencia de género, lo cual produjo que muchas de ellas “se fueran de sus casas”, para recabar en nuevos hogares. “Pudieron encontrar otra casa, pero con una estructura muy precaria y nos propusimos resolver eso”, explicó la integrante de La Herminia.

“Nos propusimos poder hacer un mejoramiento, en una primera instancia, de las casas de aquellas compañeras que han vivido violencia de género, para luego abarcar otro tipo de situaciones”, aseguró Nace y afirmó que “todo ayuda, aunque sean unos pocos ladrillos, los vamos a utilizar igual”.

“Paralelamente, junto con el programa Barrios perteneciente a la Facultad de Ingeniería de la UNR, estamos trabajando puntualmente en un pasillo del barrio San Francisquito donde las lluvias hacen que se rebalsen las cloacas por problemas en la  nivelaciones y en la construcción del sistema. Lo cual también genera problemas en el acceso al agua potable”, explicó Nace.

Finalmente, la integrante de La Herminia analizó la situación respecto a las consecuencias que produjo la pandemia en esta zona de la ciudad y acerca de cómo ve los primeros meses de este año.

“Siempre hicimos un paralelismo entre la curva de contagios –por el Covid- y la curva social, donde hemos trabajado en conjunto con unos veinte comedores y ollas populares durante la pandemia. Consideramos que existe una crisis económica, a partir de la caída de la IFE, lo que hace que muchas personas no estén recibiendo ningún tipo de ingreso, ya que muchos comenzaron a trabajar pero no en la misma cantidad que lo hacían antes”, detalló Nace.

“Sumado al número importante de familias que ingresaron al cartoneo, por lo tanto, si bien hubo una reactivación, se sostiene la misma cantidad de gente en los comedores y en algunos lugares específicos sigue aumentando”, continuo la referente de La Herminia.

Para Nace, durante los meses de verano, una cuestión a tener en cuenta es: “La baja de la IFE y en la asistencia a los comedores, junto con una incompleta reactivación económica puede producir que muchos comedores tengan que salir a buscar alimentos donde sea para cubrir la demanda. Sin contar la posibilidad de un rebrote que podría generar un retroceso de fase en el aislamiento”.