Durante su presidencia de la Unión Europea (UE), Portugal celebrará una conferencia de alto nivel contra la violencia contra las mujeres en esos países, donde se ha constatado además un incremento de las desigualdades de género durante la pandemia de covid-19.
«Vamos a celebrar una conferencia de alto nivel contra la violencia contra las mujeres, incluida la ciberviolencia», anunció la ministra de la Presidencia lusa, Mariana Vieira da Silva, en un encuentro telemático con la prensa europea en Bruselas.
Preguntada por si la presidencia portuguesa del Consejo (los países) de la UE va a «presionar» a los países europeos que aún no han firmado el Convenio de Estambul contra la violencia de género para que lo hagan, Vieira de Silva respondió que está «dispuesta a facilitar el diálogo entre los Estados miembros sobre este problema».
Y en ese contexto situó la celebración de la citada conferencia de alto nivel en una fecha que no precisó, pero que tendrá que ser antes de que acabe la presidencia portuguesa el 30 de junio próximo.
Seis países de la Unión Europea aún no se han adherido al Convenio de Estambul: Hungría, Letonia, Lituania, Eslovaquia, República Checa y Bulgaria.
Polonia, que lo ratificó en 2015, amenaza con abandonar el Convenio que criminaliza la mutilación genital femenina, el matrimonio forzoso, el acoso, el aborto forzado y la esterilización forzada.
Este tratado internacional, impulsado por el Consejo de Europa en 2011 y al que España se adhirió en 2014, reconoce la violencia contra la mujer como un ataque a los derechos humano, y obliga a los países a que la conviertan en un delito tipificado y sancionado.
«El objetivo es una Unión de igualdad y, por tanto, el objetivo es que los hombres y mujeres sean libres de seguir su vida en libertad» en la UE, destacó la ministra de la Presidencia portuguesa.
Por ello, añadió, «vamos a trabajar con todos los Estados miembros sin excepción», ya que la pandemia y la crisis que ha generado ha tenido como consecuencia un incremento la violencia contra la mujer y de la desigualdad entre hombres y mujeres, según la ministra.
«La pandemia de la covid-19 ha puesto en evidencia las grandes desigualdades que persisten y hemos visto la violencia contra las mujeres aumentar de forma exponencial», señaló Vieira da Silva.
Por eso, continuó, «esta presidencia portuguesa va a marcar, a saludar el Convenio para luchar contra la violencia, que tiene 10 años, y es un instrumento progresivo que establece las orientaciones y que permite crear un marco sólido a todos los Estados miembros».
Nuevos datos
La ministra precisó que el debate sobre la desigualdad de género no se hará sobre una base teórica sino con nuevos datos en la mano, que le ha pedido al Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE).
«Queremos evaluar el impacto real del covid-19 durante la pandemia en el mercado de trabajo, violencia domestica, conciliación vida profesional y vida privada. A lo largo de esta crisis, las desigualdades que ya estaban presentes han aparecido con más crudeza. Y, por tanto, es necesario debatir en términos prácticos no teóricos», argumentó.
Ya en su último informe, publicado a finales de octubre pasado, el EIGE alertaba de que la pandemia del coronavirus amenaza los avances registrados en la UE en materia de igualdad de género y pronosticaba que serán necesarios 60 años para alcanzarla.
«Promover la igualdad independientemente del género es una piedra angular de la UE. Ha llegado el momento de defender esos principios para permitir un cambio positivo de nuestra sociedad», concluyó la ministra de la Presidencia del Gobierno de Portugal.