Al mando

Mujeres motoqueras: una comunidad empoderada sobre ruedas


En 2017, Belén Couso hizo realidad un sueño de su infancia. Fundó en Buenos Aires la primera escuela de conducción de motos para mujeres. Hoy dirige esta comunidad, denominada “Mujeres al mando”, con más de 20.000 motociclistas. El grupo además, tiene en su haber la realización de diversas tareas solidarias.

El fin de la comunidad es capacitar a miles de chicas que estén interesadas en manejar motos y unir la solidaridad con el motociclismo. Couso, criada en una familia en la que nadie tenía motos y éstas eran sinónimo de peligro, nunca imaginó que lograría todo esto. Mucho menos que viajará durante tres meses recorriendo la India en moto.

La joven nació en Lanús en 1983 y fue la más joven de cuatro hermanos. Cuando terminó la escuela, decidió comenzar a trabajar en la empresa de su madre, especializada en la elaboración de productos cosméticos. “Cuando me acuerdo de esos años me da risa porque me vestía como motoquera, toda de cuero, como si tuviese una Harley Davidson y nunca en mi vida me había siquiera subido a una moto”, relató Couso durante una entrevista con Viva, de diario Clarín.

“En esa época yo iba de acá para allá con las bolsas de los productos de la empresa de mi vieja y un día, el diseñador gráfico de la marca, que era motociclista muy fanático, me dijo: ‘¿Por qué no te comprás una moto y ya?’”, ese fue el puntapié. Él la contactó con un costumizador que armaba motos a medida, quien le hizo su primera chopera emulando el estilo de las Harley que a ella tanto le fascinaban.

Así, a sus 20 años, se subió por primera vez a las dos ruedas y nunca más bajó. En esa época, no era común ver a una mujer en una motocicleta y ella sentía la presión. “Empecé a entender que algo de eso generaba ruido. Siempre fui una rompe estructuras, me gusta interpelar. Cuando vi que algo raro pasaba, me metí con el tema. La moto no tiene género, es un vehículo. Entonces comencé a indagar sobre cuál era el déficit, cuáles eran las dificultades que hacían que más mujeres no se animaran a subir a una moto”, explicó.

En 2009, Couso dejó la compañía de su madre y lanzó su propia línea de cosmética sana a la que llamó con su nombre. Así se convirtió en la pionera argentina de los geles antibacteriales de cartera, negocio que mantiene hasta hoy en día y que expandió desarrollando jabones y otros productos para hoteles y restaurantes. De esa manera, actualmente combina sus pasiones.