Tradicionalmente, la esperanza de vida de las mujeres fue mayor que la de los hombres. Sin embargo, esta tendencia se está reduciendo y tiende a converger progresivamente, según las conclusiones del “Atlas Mundial de la Longevidad”, elaborado por la Universidad de Barcelona y el Longevity Institute. Las principales conclusiones de esta gran investigación han sido presentadas en el marco de la primera edición del Longevity World Summit (LWS), un evento digital en el que han participado una veintena de ponentes procedentes de varios países del mundo.
La esperanza de vida entre la población adulta ha mejorado sobre todo en los últimos años debido a las mejoras en la calidad de vida, nutrición y salud, entre otros factores. El citado informe tiene como objetivo analizar la evolución de la longevidad, en su sentido amplio, en todos los países del mundo de los que se puede disponer de datos fiables.
Este hecho ha determinado que el estudio se centre en el análisis de los datos de 82 países desde 1990 y que elabore previsiones a diez años para garantizar la fiabilidad de estas predicciones. Los 82 países estudiados incluyen todos los que hay en el mundo con poblaciones superiores a los 30 millones de personas.
El Atlas Mundial de la Longevidad señala que las diferencias de género dentro del periodo 1990-2020 son más grandes que las que se producirán en el periodo 2020-2030 y se observa una convergencia real en la mortalidad de ambos sexos. No obstante, y a pesar de esta tendencia, las mujeres siguen manteniendo una mejor posición en cuanto a los indicadores analizados.
Por otra parte, las velocidades anuales de cambio en los diferentes indicadores analizados se reducen en el periodo 2020-2030, respecto de todo el periodo 1990-2030, lo que refleja la ralentización de la mejora de la longevidad. En el caso de España, por ejemplo, se gana un año adicional de esperanza de vida cada cuatro años en los hombres y cada cinco en las mujeres. Esta mayor velocidad entre los hombres refleja la tendencia a converger entre la esperanza de vida de ambos géneros.
La reducción de la diferencia de años de expectativa de vida es un hecho, pero las mujeres siguen viviendo más años. En todos los países analizados las mujeres tienen mayor esperanza de vida al nacer tanto en 1990 como en 2030, excepto en Kenia y Nigeria, territorios en los que las predicciones para 2030 indican lo contrario.
Estas diferencias eran superiores a los diez años en cuatro países en 1990 (Rusia, Letonia, Estonia y Vietnam. En 2030, las diferencias entre hombres y mujeres se reducen en la mayoría de los países, aunque todavía habrá 26 países en los que las diferencias aumentan a favor de las mujeres.