La flebitis es un proceso inflamatorio que se deriva de la formación de un coágulo de sangre que bloquea una o más venas, generalmente se da en las piernas. La superficial, cerca de las partes más externas de la piel, y la profunda, dentro de un músculo, son los dos tipos principales que existen.
Se estima que el 3 al 11 por ciento de la población general sufre en algún momento tromboflebitis superficial. Es más común en las mujeres y a partir de la sexta década de vida.
Los síntomas generales de las mismas:
- Inflamación en la parte del cuerpo afectada: suele ocurrir en la pierna.
- Dolor en esa zona.
- Enrojecimiento de la piel: no siempre presente.
- Calor: con sensibilidad sobre la vena taponada.
Cuando es superficial, está acompañada por el enrojecimiento de la piel y la aparición de un cordón rojo y duro bajo ella, sensible al tacto. La profunda, por otro lado, es menos evidente, se caracteriza por dolor e hinchazón generalizada.
Las causas más comunes de la patología:
- Una lesión en la vena.
- Un trastorno de coagulación heredado.
- Permanecer inmóvil durante mucho tiempo, como es el caso de personas ingresadas en un hospital.
- Un catéter de marcapasos que haya atravesado la vena a través de la ingle.
- Embarazo y haber dado a luz en los últimos 6 meses.
- Obesidad y sobrepeso.
La edad media de los pacientes es de más de 60 años, y son principalmente mujeres. El 90 por ciento de las tromboflebitis superficiales están asociadas a personas que presentan venas con várices, mientras que solo un 10 por ciento de ellas corresponden a pacientes con venas sanas.
Existen algunos factores de riesgo que promueven el desarrollo:
- Obesidad: un exceso de masa corporal se asocia a enfermedades cardiovasculares, insuficiencia cardíaca y muerte súbita.
- Tabaquismo: predispone a la formación de trombos en arterias y venas.
- Terapia hormonal: las píldoras anticonceptivas y de reemplazo hormonal pueden hacer que la sangre sea más propensa a coagularse en ciertos pacientes.
- Inmovilidad prolongada: esto puede deberse a ingresos hospitalarios o un estilo de vida demasiado sedentario.
El angiólogo y el cirujano vascular son los profesionales encargados estas patologías. Suelen recetarse medicamentos en los casos menos graves: analgésicos, anticoagulantes y antitrombóticos para disolver el coágulo.
En los cuadros más difíciles de abordar existe la posibilidad de extirpación quirúrgica de la vena obstruida si esta es superficial o también realizar un bypass venoso.
Para evitar la flebitis, lo mejor es llevar un estilo de vida saludable: muévete, haz ejercicio, no consumas tabaco y mantente lejos de los alimentos hipercalóricos. La obesidad puede causar múltiples enfermedades y los trombos son una de ellas.