Neurociencia

Efectos del sueño interrumpido, más peligroso que dormir poco


Los efectos del sueño interrumpido pueden ser más nocivos que dormir poco¿Cómo puede ser? Para hacernos una pequeña idea, recordemos esas noches en que, por las razones que sean, nos es imposible mantener un descanso continuado y sin ningún despertar. Al día siguiente no solo nos percibimos más agotados, el mal humor, la apatía y la desmotivación serán una constante.

Los trastornos del sueño son más comunes de lo que pensamos y más serios de lo que creemos. Los despertares nocturnos son como fracturas en el tejido onírico y el ciclo normal del sueño. Como bien sabemos, esas fases del sueño siguen unas pautas y unos tiempos muy concretos, romperlas afecta por completo al equilibrio del cerebro y a otros proceso metabólicos que lleva a cabo el organismo.

Dormir bien es vivir mejor. Es esencial, por tanto, atender nuestro descanso nocturno y poner los medios que estén a nuestro alcance para facilitar ese sueño, esa necesidad biológica que no solo media en la salud física, ya que también el bienestar psicológico depende de ello.

cerebro que padece los efectos del sueño interrumpido

 

¿Cuáles son los efectos del sueño interrumpido?

Los efectos del sueño interrumpido son múltiples y por lo general es algo que saben bien desde las parejas que acaban de ser padres, como también aquellas personas que trabajen por turnos. De este modo, a la hora de hablar de la calidad del descanso nocturno, importa tanto la cantidad de horas que descansamos como su continuidad o la capacidad de evitar su interrupción.

Los despertares frecuentes conforman una forma de insomnio y por tanto un trastorno del sueño. Es decir, uno puede acostarse a las once y dormirse al segundo, pero si a lo largo de esas 8 horas nos despertamos 20 veces, ese descanso no es saludable ni aún menos reparador. Y esto es en realidad lo que sufren miles de personas.

Veamos a hora cuáles son las consecuencias de experimentar este problema.

A menos ondas lentas en el cerebro, mayor desánimo y riesgo de depresión

Bastaría con sufrir un sueño interrumpido durante tres día seguidos para empezar a sentir un menor optimismo en nuestro ánimo. Esto es, al menos, lo que nos revela un estudio de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. Patrick Finan, profesor de psiquiatría y director de esta investigación, nos explica lo siguiente:

  • La interrupción del sueño es más perjudicial para nuestro estado de ánimo que la falta de sueño.
  • Cuando nuestro sueño se interrumpe durante la noche las etapas del sueño se alteran.
  • Este fenómeno imposibilita el poder avanzar desde la etapa NREM, hasta esa quinta etapa esencial para el cuerpo y el cerebro que es la fase REM.
  • Asimismo, esas alteraciones disminuyen el número de ondas lentas que experimenta el cerebro.
  • La reducción de este tipo de ondas se correlaciona con un mayor riesgo de sufrir trastornos como la depresión. 
Fallos de memoria y problemas cognitivos a largo plazo

Los efectos del sueño interrumpido pueden llegar a ser peligrosos, sobre todo si este problema se alarga en el tiempo. Estudios como los realizados en el departamento de sueño y cognición del Instituto de Neurociencia de los Países Bajos nos revela, por ejemplo, que una de las consecuencias más comunes son los fallos de memoria.

  • La estructura del sueño y sus ciclos son esenciales para la correcta consolidación de cada aprendizaje, de cada cosa vista, sentida, experimentada…
  • A través de las ondas lentas y después en la fase REM, vamos integrando todos esos hechos en la memoria declarativa (a largo plazo) y en su correcta consolidación.
  • Otros de los efectos del sueño interrumpido son los problemas de concentración y la dificultad a la hora de tomar decisiones. Ese mal descanso nocturno enlentece nuestras reacciones y nuestra capacidad para responder ante los problemas de la vida.

Asimismo, hay otro hecho importante. En caso de sufrir este problema durante años, hay un mayor riesgo de acabar evidenciando déficits cognitivos. Esculpiremos, casi sin darnos cuenta, un cerebro más frágil, menos ágil, con menos conexiones neuronales y con mayor riesgo además de sufrir trastornos neurodegenerativos como el alzhéimer.

Efectos del sueño interrumpido: las migrañas

Los trastornos del sueño mantenidos durante semanas o meses suelen cursar con cefaleas. Esto es sin duda algo que la mayoría hemos experimentado en alguna ocasión. Ese clásico embotamiento matinal tras una mala noche puede transformarse poco a poco en migrañas.

Sabemos que cuando el cerebro no alcanza la fase REM uno de sus efectos más comunes es la aparición de estas condiciones tan molestas. Estudios como los realizados en el departamento de neurología de la Universidad de California, vinculan el problema del sueño interrumpido con la aparición de las migrañas. La causa sería una mutación genética.

Son sin duda aspectos de gran interés que la ciencia intenta desentrañar.

Mujer con dolos de cabeza por ansiedad

 

¿Cómo podemos tratar esos despertares nocturnos?

Las interrupciones del sueño suelen tener detrás algún factor desencadenante que debemos conocer. Es importante acudir al médico cuando percibamos que el descanso no es reparador, que nos levantamos más agotados que cuando nos acostamos y sobre todo cuando aparecen las cefaleas, fallos de memoria, etc.

Se sabe que el síndrome de las piernas inquietas o la apnea del sueño se vincula con esos despertares nocturnos. Asimismo, otro factor asociado a esta realidad es sin duda el estrés. Por tanto, antes de recurrir a los clásicos fármacos para dormir, comprendamos qué lo causa y abordemos esos desencadenantes.

En ocasiones, cuidar de nuestros hábitos de vida y reducir el uso de la tecnología dos horas antes de ir a dormir facilita que nos abandonemos al descanso con mayor placidez, para que al poco Morfeo nos acoja de manera interrumpida.

Por Valeria Sabater

Fuente : La Mente es Maravilosa