Cine argentino

“Emilia”, la historia de una joven que ilustra a una generación


El realizador y escritor César Sodero estrena este jueves a las 22 por Cine.ar TV su ópera prima «Emilia», a la que describió como una película que aborda «la dificultad de una generación de asumirse como adulta».

Hablamos de «una generación que llegando a los treinta años le cuesta asumir que ya dejó atrás su adolescencia y que empieza otra etapa de su vida. Una generación narcisista, en el sentido amplio de la palabra, y que no mide la dimensión de sus acciones», explicó Sodero en entrevista con Télam.

«Es una película que muestra, no dice. Un filme con un personaje incómodo, donde yo, como director, acompaño a Emilia en su devenir sin juzgarla, donde su caos interior irá avanzando paulatinamente hacia la aceptación y el autoconocimiento», abundó el también escritor que en 2015 editó el libro «Hombres de Hierro», que formó parte de una colección del Ministerio de Cultura de la Nación.

La trama narra la historia de Emilia, una joven que regresa a su pueblo natal luego de una ruptura con su compañera, hecho que la lleva a un proceso de búsqueda interna, mientras que en ese transitar el reencuentro con su madre y con los antiguos afectos del lugar la harán redescubrir el sentido de su vida.

«Quise contar el estado de reflexión y de búsqueda de un personaje quebrado, que vuelve al pueblo para resetear su vida, para borrar su pasado simbólico y poder construirse un nuevo presente», dijo el autor premiado en 2015 en el concurso del Fondo Nacional de Artes por «Sierra Grande», libro editado en 2016.

Y agregó que para lograr ese estado del personaje aprovechó la geografía patagónica, con esos paisajes desolados y ventosos que tan bien reflejaban el interior de la joven.

Sofía Palomino, Claudia Cantero, Ezequiel Díaz, Camila Peralta, Nina Dziembrowski, Fernando Contigiani y Jorge Sesán integran el elenco del filme que se podrá ver también el sábado 26 a las 22 en Cine.ar TV y estará disponible desde este viernes 25 hasta el 1 de enero, con acceso gratuito, en la plataforma Cine.ar Play.

Télam: ¿Qué te motivó a contar esta historia?

César Sodero: Soy de Sierra Grande, un pueblo costero de Rio Negro, y siempre fantaseé con volver a vivir allá. En realidad, siempre me pregunté si volviendo al lugar de origen uno puede reencontrarse con lo que fue. Ese fue el disparador de esta historia. Eso y la primera escena del filme, que empieza con Emilia bajando del colectivo que la llevó al pueblo. Quería contar su primera mirada del lugar porque sentía que en esa escena estaba contenido todo lo que vendría después. Además, siempre me pareció que la costa de la Patagonia estaba poco explorada cinematográficamente y que el paisaje le iba a dar un color poco habitual a la película.

T: ¿La trama tiene algo autorreferencial?

CS: La filmé en Sierra Grande, el pueblo donde nací. Las locaciones son todos lugares conocidos para mí. Muchos de los diálogos los escuché en el pueblo. Hace poco volví a ver la película y me di cuenta que hablaba de muchas más cosas de mi vida que las que hubiera pensado cuando la escribí. También es verdad que la narrativa y el devenir de Emilia son pura ficción y que no tienen nada que ver conmigo. Pero hay un trasfondo y un sustento emocional que siento muy personal y que me cuesta separar de mi vida.

T: ¿Qué elementos tuviste en cuenta para armar este personaje?

CS: Emilia es un personaje impulsivo que se deja arrastrar por lo que siente sin importarle el qué dirán. Puedo decir que es amoral, en el sentido de que no le gusta actuar siguiendo los patrones clásicos de conductas y costumbres sociales. Quería que sea un personaje muy contenido, que no explique lo que le pasa y siente, que sea pura acción, y que la reflexión sobre lo que ella es o hace la haga el espectador.

T: ¿Cómo describís lo que transita Emilia?

CS: Es un animal herido. Una mujer dolida con el mundo que la rodea, atravesada por miles de dudas, es contradictoria y por eso muy humana. Un personaje que es difícil de definir y que por momentos puede ser odioso. A Emilia le pasa la vida por encima. No es simple, ni lineal, y está llena de recovecos y de zonas oscuras. Ella vive tratando de zafar de los límites que no tienen nada que ver con su pulsión vital.

T: ¿Ella está en un punto de inflexión o aceptación en relación a su sexualidad?

CS: No quise tematizar sobre su sexualidad. Pero muchas veces pasa que la película dice más cosas de las que su autor quiere contar. Cuando ella llega al pueblo tiene la fantasía de inventarse una nueva vida, quizás un poco más convencional y para eso se esfuerza por ser otra. Aunque no tardará en darse cuenta que no puede hacerlo, que no puede dejar de lado lo que siente y lo que la define. La idea de quebrar ciertas identidades de género es la confirmación del rechazo a una sociedad que ofrece pocas puertas a aquellos que se atreven a ir en la búsqueda de su autonomía.

T: ¿Qué le otorga el lugar a la historia?

CS: Todo. El paisaje es importante porque acompaña el estado interno del personaje. La Patagonia con su aridez, su viento, su soledad y su silencio complementan muy bien el devenir de Emilia. Y la idiosincrasia del pueblo con sus convenciones sociales es algo contra lo que ella siempre luchó.