El presidente Alberto Fernández dialogó hoy de forma «abierta y clara» con empresarios alemanes con inversiones en Argentina, a quienes explicó sus planes para sacar al país de la crisis financiera, tras hacer un diagnóstico de la situación, en plena gira en busca de respaldo para renegociar la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y acreedores privados.
«Somos un paciente en terapia intensiva», se sinceró el mandatario argentino ante una decena de representantes de empresas alemanas, para graficar el delicado estado de las finanzas argentinas.
El Presidente se mostró confiado en que la dirección de macroeconómica del gobierno es la correcta para salir de la crisis.
El presidente Alberto Fernández inició este lunes su intensa agenda en Berlín con un desayuno con empresarios alemanes con inversiones en la Argentina, que tuvo lugar en el Hotel Regents de la capital alemana, antes de su encuentro con la canciller Ángela Merkel en la sede del gobierno federal alemán, que será por la tarde.
En el encuentro en el Hotel Regent estuvieron presentes representantes de Hamburg Sud, Siemens AG, Smart Infraestructure, Grupo Hydro, DB. Ingeniería y Consultoría y Lindal Group, entre otras firmas. También participó el embajador argentino en Alemania, Pedro Villagra Delgado.
Se trata de la primera actividad del mandatario en su gira por Alemania que culminará hoy con la reunión con Merkel.
Para la cena de la que participará hoy junto a su par alemana, el primer mandatario sumó al ministro de Economía, Martín Guzmán, quien también estará presente en la cena con el jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, y hasta podría reunirse con el papa Francisco en los próximos días.
Luego de las reuniones con Merkel y Sánchez, Guzmán volará al Vaticano, donde participará de un evento académico dedicado a la deuda externa, y posteriormente se reunirá con la directora ejecutiva del FMI, Kristalina Georgieva.
Además de cenar con Merkel, una de las principales líderes de la Unión Europea, Alberto Fernández se reunirá con Pedro Sánchez en Madrid.