Al menos 268 varones cometieron femicidios en 2019 y el 5% de ellos terminó con la vida de más de una persona durante el ataque, según un informe de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), que también reveló que el 17% de los agresores está prófugo, cinco de cada 100 no actuaron solos y una quinta parte se suicidó tras cometer el hecho.
Las cifras se desprenden del informe «La Violencia Machista en Foco. Nuevas Masculinidades, por varones no violentos» dado a conocer este domingo, el primero realizado por el Observatorio MuMaLá «Mujeres, disidencias y derechos».
La difusión de este informe irá acompañada de una acción que se desarrollará el próximo fin de semana en canchas y clubes de todo el país, donde se recolectarán firmas para exigir «políticas públicas para promover masculinidades no violentas».
«Fue todo una decisión para una organización feminista salir a la sociedad con este tema de las nuevas masculinidades, pero no lo vemos divorciado de nuestro accionar», explicó a Télam, Silvia Ferreyra, coordinadora de la Mesa Federal de MuMaLá.
La activista destacó la importancia de «hacer este recorte en el marco del debate abierto sobre la masculinidad hegemónica», que se reaviva con cada femicidio pero también de crímenes como el asesinato en patota de Fernando Báez Sosa.
«Para la masculinidad hegemónica ser macho es ser fuerte y ejercer poder sobre otros para reafirmar la propia masculinidad; algo que además se hace públicamente es necesario que sea legitimado y confirmado por todo el conjunto de la sociedad», dijo.
Este modelo dominante «tiene un componente de violencia muy importante, que se ejerce también hacia todo lo que se corre de ese modelo de hombre ideal perfecto entendido como blanco, fuerte, con ingresos, esbelto y musculoso», agregó.
El Observatorio de MuMaLá viene realizando un relevamiento sobre femicidios desde el 2015, a partir «un equipo (de trabajo) federal, con presencia en 20 provincias», lo que implica «un diferencial en relación a otros observatorios de violencia de género».
«Aparte de los medios gráficos, digitales nacionales, regionales y locales -que incluyen diarios, agencias, radios y multimedia-, también relevamos portales y blogs informales, organizaciones feministas, sociales, de derechos humanos, y redes sociales de familiares y personas allegadas de las víctimas», agregó.