Las autoridades chinas cerraron la ciudad de Chibi, tercera en experimentar este tipo de medidas en la provincia central de Hubéi en las últimas 24 horas. Con anterioridad, se había anunciado que se cancelaba el transporte desde y hacia en Wuhan y Huanggang. Es debido a un brote del nuevo coronavirus, que ya dejó al menos 17 muertos e infectó a más de 500 personas en el país.
«A partir de las 00:00 del 24 de enero se suspenderá el transporte público urbano, así como el transporte de pasajeros rural y provincial. La fecha de reanudación de las operaciones se anunciará separadamente», comunicó el centro de prevención y control de la infección del nuevo coronavirus.
En Chibi, urbe con cerca de medio millón de habitantes, se implantan medidas similares a las que ya se impusieron a ciudades mayores —Huanggang, con más de 6 millones, y Wuhan, con más de 11 millones— que conllevan la suspensión de transportes.
En estas ciudades se instalaron puestos de control para medir la temperatura y aislar, de ser necesario, a los automovilistas que entren o salgan de dichas urbes.
La Comisión Nacional de Salud del país asiático cree que el nuevo virus, que se originó en Wuhan en diciembre pasado, podría mutar y propagarse, dado que se transmite a través del tracto respiratorio. Por ello hacen una serie de recomendaciones para contener el virus, incluida la desinfección y ventilación en aeropuertos, estaciones de tren y centros comerciales, precisamente en una semana en la que cientos de millones de personas viajan por el país con motivo de las vacaciones del Año Nuevo chino.