28 de Diciembre, Día de los Santos Inocentes


La cristiandad celebra este sábado 28 de diciembre el Día de los Santos Inocentes. Resuenan unas palabras del profeta Jeremías: «Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron».

La frase corresponde a la profecía de Jeremías que da cuenta del dolor de las madres hebreas al ver asesinados a sus hijos por los Babilonios en la entonces pequeña ciudad de Ramá, cerca de Jerusalén.
Las mismas palabras son tomadas por el evangelista Mateo, para describir la matanza de niños recién nacidos y hasta dos años de edad por parte del rey Herodes (puesto entonces en judea con el beneplácito del Imperio Romano).

Se dice que Herodes, un despiadado y cruel monarca, enterado del nacimiento de Jesús, y temeroso de que pusiera en riesgo su reinado y poder, mandó a matarlo.  Para asegurarse de su ejecución, hizo asesinar a todos los niños de Belén y sus alrededores. La cristiandad recuerda a este día como el de los Santos Inocentes.
La conmovedora y reconocida frase, además, describe una realidad de siempre: ante la muerte de un hijo, no hay consuelo, ni lo habrá jamás, para el corazón de una madre. El tiempo puede mitigar el dolor, pero no lo hará desaparecer. El hueco en el alma que queda en una madre ante la muerte de un hijo, nada en este mundo puede llenarlo