Piden crear un área protegida en la Antártida Oriental tras la muerte masiva de pingüinos

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) solicitó crear un área protegida de casi un millón de kilómetros cuadrados en la Antártida Oriental después de que, a principios de este año, sobrevivieran solo dos crías de pingüinos adelaida (Pygoscelis adeliae) de una población de cerca de 36.000.
Las muertes de las crías se atribuyen a la larga espera para ser alimentadas, ya que los pingüinos adultos estuvieron obligados a recorrer mayores distancias en busca de comida debido a la extensión inusual de las capas de hielo a finales del verano, señaló la organización conservacionista.
Esa misma colonia había sufrido hace cuatro años la pérdida de toda su camada debido a las extremas condiciones meteorológicas que azotaron la región con inusitada dureza, consignó la agencia Efe.
Ambos incidentes llevaron a WWF a pedir la protección de las aguas de Antártica Oriental -o Mayor- en la reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (Ccamlr, en inglés) que se celebra en la ciudad australiana de Hobart desde hoy y hasta el 27 de este mes.
Esta propuesta para proteger la Antártida Oriental -donde se encuentran el Polo Sur y los mayores glaciares del planeta- comprende los ecosistemas de la zona en la que viven una gran variedad de pingüinos así como focas, animales invertebrados y peces de aletas codiciados por la industria pesquera.
«La Ccamlr necesita actuar con rapidez y adoptar una nueva área protegida marina en las aguas frente a las costas de Antártica Oriental para proteger el hogar de estos pingüinos», dijo el jefe de los programas polares de WWF, Rob Downie.
Durante la reunión se tomarán en cuenta las propuestas para la creación de áreas protegidas marinas en esa zona.
La creación de esta área protegida marina es una propuesta que lideran Australia, Francia y la Unión Europea desde hace ocho años, pero aún no ha tenido acuerdo para su puesta en funcionamiento.
«El cambio climático es un factor de presión adicional importante en la estructura del ecosistema natural (…) pero lo que se sabe es que la pesca de krill puede tener un efecto en las poblaciones de aves marinas que se alimentan de ellos», dijo Ricardo Roura, argentino representante de la Coalición de la Antártida y del Océano Austral (ASOC).
Las otras propuestas que se discuten en Ccamlr son la creación de un área marina protegida en el Mar de Weddell, impulsada por Alemania, y otra en la península Antártica proveniente de Argentina y Chile.
El océano Antártico alberga más de 10.000 especies únicas, entre ellas la mayoría de la comunidad mundial de pingüinos, ballenas, aves marinas, el calamar gigante y el bacalao austral, que representa el objetivo principal de las compañías pesqueras que operan en la región.