La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) difundió este lunes su informe «El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020″ (SOFI, por su sigla en inglés) en el cual advirtió que el hambre podrá afectar en 2030 a más de 67 millones de personas en América Latina y el Caribe.
La FAO también reveló que en 2019, quinto año consecutivo del aumento del hambre, más de 47,7 millones de personas padecieron problemas de alimentación básica en el mundo.
El estudio, elaborado junto con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), advirtió que la región no alcanzará el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 de la Agenda 2030, hambre cero en ese año.
Las proyecciones indicaron que el hambre, definido como el número de personas que no consume las calorías suficientes para llevar una vida activa y saludable, afectará en 2030 a cerca de 20 millones más que en 2019.
Sin embargo, estas proyecciones no consideraron el impacto del Covid-19, por lo que se estima que el hambre será aún más acuciante cuando se contabilicen los efectos de la pandemia sobre la seguridad alimentaria.
«Estamos peor ahora que cuando la región se comprometió con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015: desde entonces 9 millones de personas más viven con hambre», dijo Julio Berdegué, representante regional de la FAO.
«Con el impacto de la pandemia de Covid-19 la realidad será peor que la que proyectamos en este estudio. Necesitamos una respuesta extraordinaria de los gobiernos, del sector privado, la sociedad civil y las organizaciones multilaterales», remarcó.
El hambre afecta actualmente al 7,4% de la población y se espera que aumente al 9,5% en 2030. Se prevé para 2030 un aumento de 3 puntos porcentuales del hambre en América Central, es decir, 7,9 millones de personas, mientras en América del Sur la proyección indicó que el hambre aumentará a 7,7%, lo que equivale a casi 36 millones de personas.
Aunque el Caribe logró avances, tampoco está en la senda para alcanzar el objetivo de reducción de los ODS para 2030: en esa zona 6,6 millones de personas vivirán con hambre en esa fecha.
De acuerdo al informe, el costo de una dieta saludable en la región es el más alto del mundo, con un valor promedio de US$ 3,98 al día por persona, 3,3 veces más que lo que una persona bajo la línea de pobreza podría gastar en alimentos, lo que afecta a más de 104 millones de personas.
La FAO reveló también que 9% de la población regional sufre inseguridad alimentaria grave, lo que significa que las personas se han quedado sin alimentos y, en el peor de los casos, pasan un día o varios sin comer.
Asimismo, casi un tercio de los habitantes, 205 millones de personas, vive en condiciones de inseguridad alimentaria moderada, que ocurre cuando las personas enfrentan incertidumbre en su capacidad de obtener alimentos y se ven obligadas a reducir la cantidad o calidad de los alimentos que consumen.
El SOFI también alertó sobre el aumento de la obesidad tanto en niños como en adultos de la región, donde el 7,5% de los menores de 5 años viven con sobrepeso, mientras que el promedio mundial es de 5,6%.
La región es la única en desarrollo con una prevalencia de emaciación (niños y niñas que tienen bajo peso para su talla) del 1,3%, por debajo de las metas de la OMS y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, concluyó la FAO.