Entrelazando hilos y emociones

El arte de trabajar entre agujas: la historia de “Los Tejidos de Jor” y la “Lanaterapia”

Hoy  se celebra el “Día  de la tejedora” y desde EQC reeditamos una nota realizada a la impulsora de “Los tejidos de Jor”

Jorgelina Heisterborg, es psicóloga (Mat. 2199) y desde muy chica le interesó todo lo relativo al tejido al crochet, así nació a través de las redes “Los tejidos de Jor”. EQC Mujer dialogó con ella para conocer más de su proyecto.

Nos relata, “mi nombre es Jorgelina, Jor, y tejo desde los 8 o 10 años. Los primeros pasos fueron mirando a mi abuela y a mis tías, y sin saber cómo, intenté una bufanda que terminó siendo un triángulo con agujeritos… Las veía poco, así que el aprendizaje fue lento. Buscaba revistas, maestras, talleres donde aprender, y así fui creciendo con esa idea en mente, descubriendo técnicas, hilos, agujas. Incursioné en 2 agujas, crochet, telar…. y encontré personas que me fueron enseñando mucho: Sonia, Daniela, Paula….Y sigo aprendiendo siempre.»

 

Le consultamos sobre como es su incursión en la web y nos dice “ya con internet, se abrió un mundo de descubrimientos «tejeriles» aprendí más, me conecté con tejedoras increíbles y super talentosas, y  me animé a mi cuenta de Facebook  ( Los Tejidos de Jor) y de Instagram (@jorheisterborg)”

Los trabajos que realiza son realmente una obra de arte y al respecto nos cuenta “cada vez que empiezo una prenda o un amigurumi (muñequitos tejidos) siento un enorme desafío. Soy muy exigente conmigo misma, y a veces eso es una presión enorme…Lo que más me gusta es ver la expresión de la persona que hizo el pedido al ver la prenda o muñequito terminado, su agradecimiento, su alegría! Recién ahí estoy conforme, contenta con mi trabajo, me deja el corazón contento!! Es que en cada lazada, en cada punto, se enretejen tantas cosas!!”

“Los pedidos más frecuentes son los amigurumis, las mantitas de apego, y las prendas tipo tops, remeras y vestiditos. En invierno los pedidos son más de abrigo, como chalinas, gorros, bufandas y pulóvers. “A mí me encanta tejer de todo un poco! lo hago con muchisimo corazón, trato de interpretar lo que me piden, y darle ese toque personal de colores y texturas”, dice Jorgelina.

 

 

Los Talleres de Lanaterapia

Jorgelina es psicóloga desde hace 28 años y a través de los talleres unió sus dos pasiones. Al respecto nos relata “hace 2 años atrás se me ocurrió hacer «Talleres de Lanaterapia», en un intento de ensamblar mi trabajo como psicoterapeuta y mi experiencia como tejedora a lo largo de la vida. Fui leyendo y buscando información acerca de los beneficios que aporta la actividad de TEJER para el cerebro, y su influencia en los estados emocionales, y encontré los fundamentos para poder trabajar y reforzar nuestros propios recursos internos para hacer frente a las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. El TEJIDO es una «excusa» que nos reúne, y en ese encuentro podemos expresar, crear , aprender, generando un espacio de contención entre nosotras.”

 

Sigue diciendo “el tejer es un arte, donde entrelazamos, sentimientos y emociones, nos permite aprender a manejar mejor nuestras ansiedades, fortalecer la autoestima, reforzar memoria y atención, explorar la creatividad. Es una actividad que nos lleva a conectarnos con nuestro propio mundo interno, aprender a reconocer nuestras emociones y necesidades afectivas, aprender a descubrir nuestras propias capacidades para transitar las diferentes etapas de la vida.

El taller es un punto de encuentro

El TALLER  es libre, cada una puede aprender a su ritmo, desde cero, la técnica básica de crochet; o también tejer o diseñar sus propios proyectos. Mi tarea es acompañar en esos procesos, al mismo tiempo que vamos trabajando algunas problemáticas relacionadas con los distintos momentos vitales, poniendo foco en la motivación, y favoreciendo los procesos de aceptación y cambio.

El año pasado tuvimos que dejarlo en suspenso, por la pandemia, y sólo pudimos hacer encuentros de manera virtual. Este año espero podamos retomar”, finaliza diciendo.